Hola, ¿cómo estás?
Llevaba muchas semanas pensando en escribirte, en aligerar el peso de mis pensamientos y trasladarlos al papel en forma de carta. Pensé que podía contarte cosas, cosas que pasan, cosas que no son cosas y pensamientos que no son pensamientos. Pero duele, duele mucho, remover el interior y rebuscar en tus entrañas que aún están muy contraídas, cuesta.
Pero lo estoy intentando, siento que este año he tragado muchos nudos y he callado mucho, no he conseguido en un porcentaje muy alto, darle forma a mis pensamientos; están enmarañados en mi mente.
A veces les doy sentido y otras no sé ni que pienso, a veces con amigas escucho y contesto en mi mente , pero no soy capaz de articular ni una sola palabra, incluso la que consigue salir no tiene nada que ver con lo que estoy pensando.
Esto es muy duro, intento sacar el humor siempre, pero es muy jodido, hay golpes de realidad que vienen y hacen mucho daño. Un daño que sigue aquí latente, un año después. El día 31 de este mes hace un año y a mí me parece que fue ayer, el año ha pasado muy rápido. Ha habido meses que había mil cosas que hacer y meses que todo costaba mucho más, porque los quehaceres paraban y los pensamientos aumentaban.
Mi ansiedad me ha encerrado un poco más este año, me ha hecho sacar una máscara indolora, donde parecía que no pasaba nada y que conseguía sacar una sonrisa, para que luego en la penumbra de la noche y tu lugar refugio saliera todo fuera.
Han pasado muchas cosas, tu sobrino ha crecido, ha aprendido, se ha reído y te ha recordado mucho . Incluso ha aprendido a que nombrarte era duro para mí, quizás no he conseguido poner la máscara esos momentos y su aprendizaje ha sido erróneo , porque ha entendido que hablar de ti me duele y él no quiere que me duela; así que limita sus comentarios, a mí esto me da pena. Supongo que con el paso del tiempo que dolerá pero se tolerará mejor, él podrá sentirse libre para hablar de ti.
Con esta ansiedad mis niveles de serotonina están muy bajos, enciendo mi piloto automático y me activo a las tareas diarias, pero cuestan mucho más que en otro momento.
Espero poderte contar cosas más positivas en mis siguientes cartas, estoy segura de que así será y dejaré de CONTROLAR mis pensamientos para que también puedan salir libres y que sepas cómo va todo.
Hermano me despido de ti, te echo de menos, ¡muchísimo! , eso sí , debo decirte que este año gracias a ti he aprendido muchas cosas. Si hubiera prestado más atención quizás lo podría haber aprendido antes.
Te ama.
Tu Hermana.